Cita con un cronopio en el invierno habanero

por Rosa Elvira Peláez* En febrero de 1978, Julio Cortázar estaba de nuevo en La Habana, como parte de un equipo francés que, en colaboración con el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), se proponía realizar un documental sobre el arte y la revolución en Cuba.