Cine: de pederastas y macartos

por Pablo Pozzi Como vivo en un pueblo las posibilidades de ir al cine son mínimas (o sea hay que ir a 60 kilómetros a Córdoba). Pero me encanta el cine (puedo ver cualquier cosa hasta Steven Segal vestido en tutú y con trasplante de pelo), por ende soy un consumidor de películas truchas. Y el pasado fin de semana […]