Relaciones peligrosas

por Manuel Justo Gaggero*

En una muestra más de la total insensibilidad del actual inquilino de la Casa Rosada, luego de que millones de compatriotas se movilizaran en todo el país el pasado 24 de marzo, exigiendo Verdad y Justicia y, al mismo tiempo, haciendo memoria, ese mismo día, viajó a Holanda y se transformó en huésped de la Reina Consorte Máxima Zorreguieta.

Al mismo tiempo, sus funcionarios insistían en discutir si fueron 30 mil los desaparecidos u 8999, como señalara el Secretario de Derechos Humanos.

Es como si tuviera alguna importancia, para calificar de holocausto la masacre del pueblo judío que llevara adelante la Alemania nazi, si en vez de 8 millones de judíos victimizados fueran 6 millones o si las víctimas del genocidio armenio, perpetrado por el ejército turco, fueran menos de las que denuncia ese pueblo.

Constituye una clara provocación a la memoria que necesitamos para construir una Patria para todos y una sociedad más fraterna humana, el intento de abrir este debate; al que se sumó el propio Macri tratando de reinstalar la teoría de los dos demonios.

Es una clara muestra de su alineamiento que se encuentre, en este momento, compartiendo su estancia en la capital holandesa con la hija de un alto funcionario de la Dictadura.

Jorge Horacio Zorreguieta fue un conspicuo miembro de la Sociedad Rural y de la conservadora Asociación Coordinadora de las Instituciones Empresariales Libres y en este carácter se vinculó al «arquitecto» del modelo José Alfredo Martínez de Hoz y, por iniciativa de este, participó en la constitución de la llamada Asamblea Empresarial Argentina que desestabilizó al gobierno de María Estela Martínez de Perón y fogoneó el golpe militar.

Integraban esta connotados responsables civiles del Terrorismo de Estado como Jorge Aguado, Armando Braun, Celedonio Pereda y Osvaldo Cornide, entre otros.

Al ser ungido Secretario Director de la Sociedad Rural se sumó al gabinete del Dictador Jorge Rafael Videla como Secretario de Agricultura y Ganadería y Presidente de la Junta Nacional de Granos.

Siguió en esa función hasta el final del régimen militar, siendo cómplice, con su silencio, de los secuestros, asesinatos, torturas y cárceles, en condiciones infrahumanas, de miles de argentinos y latinoamericanos.

Este es el padre de la anfitriona del Presidente.

No cabe duda de las estrechas relaciones del grupo Macri con la Dictadura genocida y eso explica su postura que va más allá de conveniencias políticas.

En 1982, el régimen decidió «agradecer» el apoyo empresarial a su campaña criminal y estableció los denominados «seguros de cambio» mediante los cuáles las empresas transferían sus deudas, ciertas o fraudulentas, al Estado Nacional o sea, a nosotros, que de esta forma vimos incrementada la deuda externa.

Las sociedades de los Macri, en las que participaba el Presidente, se beneficiaron transfiriendo: Sevel, 125 millones de dólares, Sideco Americana, 60 millones de igual moneda y Fiat, 51 millones.

En una auditoría, que llevara a cabo el Banco Central en 1985, se determinó que parte de esa «supuesta deuda» era fraudulenta y su transferencia constituyó un «enriquecimiento ilícito»; que, por supuesto, no tuvo sanción penal alguna.

Estas «relaciones peligrosas» del actual titular del Ejecutivo no nos pueden hacer olvidar el doble discurso de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner que, al mismo tiempo que intentaba manipular nuestra historia y la de las organizaciones revolucionarias que recogieron el mensaje del Che, autorizaba a la Gendarmería a realizar actividades de espionaje en la oposición y designaba Comandante en Jefe del Ejército a César Milani.

Este, que está actualmente procesado y detenido por crímenes de lesa humanidad, tuvo activa participación en la represión desatada en Tucumán a partir de 1975.

Con este siniestro personaje el gobierno de «la década perdida» conformó una Agencia de Inteligencia paralela con cerca de 2000 agentes para controlar e infiltrar a los movimientos opositores.

Todo ello debe formar parte de la memoria necesaria e imprescindible para conformar una alternativa independiente de los partidos del sistema; cómplices ayer de la Dictadura y hoy de la dependencia y la explotación capitalista.

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*Abogado. Exdirector del diario «El Mundo» y de las revistas «Nuevo Hombre» y «Diciembre 20».

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