El grito de Lula

por Cacho

(Escrito horas antes del discurso de Lula)

En la discusión sobre el habeas corpus de Lula en el Tribunal Superior de Justicia hubo 5 votos a favor, 5 en contra y uno que fue también en contra, más con el discurso de que lo hacía por una cuestión de legalidad y no por convicción propia.

Los 5 ministros del Tribunal que votaron a favor del habeas corpus de Lula, no lo hicieron ciertamente por simpatía a Lula o el Partido de los Trabajadores (PT).

Votaron así por una convencimiento táctico electoral; Lula en prisión sería transformado en héroe de la casi izquierda y hasta de la propia izquierda que no es del PT, como el Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Ellos estaban ciertos en su táctica, que fue la vencida.

Es claro que en tan largo proceso hasta la condena había y hay una preocupación única, la cual es sacarlo de la disputa electoral.

El campo de la llamada izquierda, tradicionalmente no ha conseguido superar la vanidad pequeñoburguesa para presentarse con un único candidato, como una y única opción popular contra la derecha.

Sorprendentemente la derecha, Temer y sus aliados, ha caído en la misma tentación individualista, llevada, en este caso, principalmente por intereses económicos; tampoco tiene, hasta ahora, pocos meses antes de las elecciones, un candidato aglutinador de la derecha.

Temer y compañía se desdoblan, asustados, en desesperadas tramas, alianzas, acuerdos, siempre a cambio de futuros cargos, dinero corrupto, etc. para conseguir, de cualquier forma mantenerse en el gobierno. Siguiendo el ejemplo de lo que, reconozcamos, con mucha habilidad, Temer hizo hasta llegar al golpe que derrumbó a Dilma, se cubre por todos los lados, inclusive con el militar (no olvidar que Temer era el vice de Dilma).

La intervención militar en Rio no es más que una preparación y un ensayo de lo que, si es necesario para la derecha, deberá extenderse por todo el país y, hasta sostener, en última instancia, la anulación de las elecciones.

Claro que es importante si Lula va o no a la cárcel, pero lo más importante de lo que vimos ayer en las manifestaciones frente al sindicato de metalúrgicos en Sao Paulo es que estaban allí representados todos los partidos y las organizaciones sociales de la oposición: CUT, MTST (Movimiento de Trabajadores sin Techo), etc.

Más importante aún es que la más repetida consigna fue el pedido de «unión de la izquierda». Las manifestaciones han sido multitudinarias, aunque podrían haber sido mayores. Pero si la consigna de unión de las izquierdas fuese adelante, esto sería, para beneficio del campo popular, claro, un primer fracaso de la táctica de la prisión de Lula.

La etapa de «todo es culpa de Lula y el PT» ha perdido fuerza frente a las muchas y escandalosas denuncias de corrupción dentro del gobierno de Temer, sus aliados y hasta el propio presidente de facto. La red O’Globo intenta disimular sin éxito este panorama del gobierno actual.

Ahora su discurso es «todo político es corrupto» y, peor aun, crece entre las clases medias la idea de «no hay alternativa a no ser los militares»

Está claro: el futuro está en las manos de las masas, de la movilización y de la unión amplia del campo popular sin ultra-izquierdismo, sin sectarismos ni vanidades pseudo-revolucionarias.

A modo de ejemplo, un posicionamiento del PSOL:

«A decisão de Moro é parte da trama sinistra que busca inviabilizar a candidatura de Lula e calar as vozes que denunciam o golpe parlamentar que impôs dezenas de retrocessos ao povo brasileiro. Nesse momento, nos solidarizamos com Lula e seus familiares, com o Partido dos Trabalhadores e todos os eleitores do ex-presidente».

Y en el mismo sentido, lo que escribió el escritor, dramaturgo y cineasta Carlos Pronzato:

«Todo apoio a quem saiu na rua e não é do PT e nem de nenhum partido aliado ao PT. Isso aí é luta popular autêntica neste momento, sem interesses eleitorais».

(Escrito tras el discurso de Lula)

1.– Lula acaba de hablar. Fue un discurso cancheramente emotivo, claramente electoral, muy electoral. Hizo alusión a todas las acciones populares implementadas durante los gobiernos del PT y recordó su trayectoria de lucha, especialmente sindical.

Salió, principalmente, de la posición conciliadora con la derecha que mantuvo durante los últimos años.

2.– Se defendió de las acusaciones de corrupción, habló de las injusticias, etc. dejando claro que las acusaciones contra él tienen un carácter político, intentando sacarlo de las elecciones.

3.– Hizo propaganda electoral de candidatos o futuros candidatos del PT, pero también de otros partidos de izquierda: PSOL y PCdoB. (para mí muy correcto).

4.– Al hablar de la justicia, cometió, para mí, una gaff ideológica al decir textualmente «eu confio na justicia, se não confiasse, no teria fundado um partido, teria feito uma revolução».

Pues ¡la revolución no es injusta, joder!

5.– Acusó insistentemente a los medios de prensa de su persecución –lo que es correcto–, pero no hizo ninguna alusión a las mafias de la derecha, ni a sus demostrados escándalos (grabados y filmados) de corrupción. Tampoco comparó su situación con la escandalosa impunidad de los políticos de derecha como Aecio Neves y el propio Temer.

Yo creo que debería haber dejado claro eso. Tal vez su tradición conciliadora sindicalista no le haya permitido semejante audacia.

Dejó la culpa solo para la prensa, con nombre y apellido

6.– Explicó que se entregaría siguiendo las determinaciones del Poder Judicial, pero aclaró que continua en la lucha, claro. Ahí largó una frase rimbombante pero muy correcta:

«Eu não sou um ser humano, sou uma ideia»

Síntesis: correctamente fuerte, no conciliador con la derecha, y llamando indirectamente a la alianza de los diferentes grupos de izquierda.

¿Será este el grito de su prisión? Creo que sí.

Desde Brasil, 7 de abril de 2018

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2 thoughts on “El grito de Lula”

  1. El grito de Lula ha sido sin lugar a dudas un grito para silenciar a las masas, mandarlas a casa y explicarles que dentro del sistema todo y fuera de él nada. Poco rebelde para un líder que es erigido por parte de la izquierda como el GRAN líder latinoamericano. Una vez más Lula decide jugar con las reglas que mejor conoce: las de la democracia liberal burguesa. En la medida que no volvamos a confiar las fuerzas en lo colectivo para la transformación del sistema y sigamos creyendo en estos traidores de la clase, nos seguirán dominando y explotando los mismos poderosos de siempre. Lula ya ha demostrado que ni tibio reformista puede ser. Ahora el PT brasilero y sus socios latinoamericanos deberían empezar a hacer un mea culpa por dejarnos estos gobiernos de derecha reaccionarios ¿O Temer salió de un repollo? ¿O Macri llegó al poder solo por el asesoramiento de Durán Barba? Estamos grande para creernos el cuentito de «no supieron entendernos» y «se viene el golpe militar». No, ya no necesita la gran burguesía un golpe para la dominación de nuestras sociedades, solo necesita buenos socios disfrazados de progres para que de vez en vez nos coloquen un líder carismático que garantiza el continuismo. No es casual que uno de los principales socios de Lula siga siendo DUHALDE, el restaurador del capitalismo argentino y a quien conocemos, lamentablemente, demasiado bien.

    1. Es así! Coincido con su comentario Ruben Kotler. Tremenda la tibieza la del hombre. Si bien es cierto que no hubieron grandes multitudes defendiendo a su lider; pero había una buena cantidad de gente que a grito le pedían que no se entregue, que resista; sin embargo el dijo » no estoy encima de la justicia, creo en la justicia …» y asi se dirigio a la cárcel. Esto, en mi opinion da dos lectura: 1) Los actos de corrupción existieron, mas allá de que estos actos sean aprovechado por los sectores conservadores; donde sin dudas hay una intencionalidad politica, 2) ser obediente, no rebelarse, como Ud. dice, «silenciar a las masas, mandarlas a casa y explicarles que dentro del sistema todo y fuera de él nada». Por estas razones se torna un problema erigirlo como el gran lider latinoamericano; porque no lo es; ni puede serlo; pero, y ante la ausencia de proyectos politicos realmente emanacipador, multitudes -incluidos la intelectualidad- terminan caracterizandolo como un gran revolucionario. Un gran lider.

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